domingo, mayo 11, 2008

Unos días en Austria - Solden



Hola a todos!

Qué tal os trata la vida? Esperemos que bien. Nada, os escribo hoy sobre un viajecito que hicimos en la empresa a Solden en Austria. Pensaba haberos contado la historieta cuando volvimos pero ya ves! se me pasa un mes y no hago nada...

Estuvimos solo unos poquitos dias, de miercoles a viernes, pero la verdad que estuvo genial. Los paisajes eran totamente distintos a Dublín, y es que en Irlanda las montañas no existen!! y claro te metes en Solden y flipas, increíble, te encuentras en un terreno super llano y a derecha e izquierda, un poco más allá tienes unas montañas de libro, enormes, con unas pendientes muy acusadas y claro, te quedas maravillado de poder estar ahí en medio en una llanura.

Otra cosa que me sorprendió bastante es que no hacía tanto frío como yo pensaba. Estando ahí en las montañas rodeado de nieve y bien, te abrigas un poco y listo. Se nota mucho la diferencia con el frío que hay aquí en Dublín, tan húmedo que cala los huesos. De hecho fue un puntazo porque el viernes cuando nos íbamos, estabamos en Innsbruck en el aeropuerto y hacía un solazo tremendo, ahí todos en manga corta. Y cuando llegamos a Dublín hacía una rasca... un viento súper fuerte y muy muy frío, así que todos tuvimos bastante depresión al volver aquí ;D



A pesar de que yo no esquío, curiosamente, lo que más me gusto es estar en la nieve en dos ocasiones. Una, en la cena en el glaciar (aqui si que moría de frío) que menos mal que Blanca me dejó sus zapatos de trekking que si no habría acabado en el suelo seguro.
Y casi lo que más me gustó de todo es cuando el viernes, antes de irnos, subimos a las pistas de nieve. No arriba del todo porque ahí sin equipo no puedes subirte, pero si bastante alto. El paseo en el teleférico súper bonito, pero el ir pasenado por la nieve... eso sí que fue una pasada. Tendría que aprender a esquiar!! además no hacía nada pero nada de frío, increíble verdad? De hecho hacía un solazo estupendo.


Las anécdotas menos buenas? que casi nadie hablaba inglés (mis dos palabras de alemán me sirivieron de mucho), que en los interiores hace un calor de flipar y fuera hacía frío, vamos, mucho contraste de temperaturas, que en el pueblo a parte de esquiar no tienes nada que hacer y que me clavé un cristan en la planta del pié!!

Por cierto, la comida, en dos palabras, im-presionante. Se comía súper bien y en cantidad. Recomiendo Salinos por si alguien va.

En fin Pilarín, os dejo hasta la próxima aventura.

Besitos, abrazos y achuchones