miércoles, agosto 15, 2007

Despedidas

Después de cerca de tres años en Dublín te das cuentas de las cosas que realmente echas de menos.


Puede parecer un tópico, pero el clima. Este tiempo es tremendamente malo. Al principio lo acusas, luego te acostumbras y luego simplemente es agotamiento. Agotamiento de vivir bajo una nube, pereza porque el fin de semana te apetece ir a sitios, salir, hacer cosas… pero cuando miras por la ventana y ves que está jarreando se te quitan las ganas.

Agotamiento porque el sol realmente influye mucho en nosotros. Yo, aunque no lo piense conscientemente, me doy cuenta de que cuando hace sol estoy mucho más animada y me apetece hacer mil cosas.

Ya sé que no se pueden pedir peras al olmo porque estoy en Irlanda, pero esto de que en todo el verano no hayamos tenido tres días seguidos sin lluvia es matador, lo dicen hasta los irlandeses que con 25 grados ya se están muriendo de calor.


La familia.


Los amigos de España.


La comida.


Y los amigos de aquí…. de eso quería hablar en este post. De las despedidas… cuando te vas a otro país hay cosas que sabes que no vas a tener, y que vas a echar mucho de menos, como lo que decía antes, la familia, los amigos, la comida, la cultura, la gente… pero te encuentras otras cosas, unas buenas y otras malas.

El tiempo está claro que es malísimo pero las despedidas… a mi realmente me está afectando muchísimo, pero mucho mucho.


Cuando estaba enfermo y luego murió mi padre, estaba tan tocada que no me acababa de dar cuenta de que la gente se iba. Estaba tan triste, tan en otro mundo, que no tenía espacio para más tristeza e iba diciendo adiós como sin darme cuenta de los cambios.


Ahora, que estoy un poquito mejor y he vuelto al mundo real, me doy cuenta de que las despedidas se me están haciendo súper duras. Yo llevo mucho tiempo aquí, y te cambia la actitud. No estas en plan de conocer a todo el mundo ni de hacer amigos nuevos. Te apetece estar con tu grupito de siempre.


Hay mucha gente que te cae bien, con la que charlas en la ofi, pero no con la que quedas los fines de semana o la que pegas un toque cuando estás triste o alegre o te apetece charlar. Yo me he dado cuenta de que cuando voy a llamar a amigos para quedar a comer un sábado aquella gente a la que llamaría de primeras ya no está o no estará en dos semanas.


Es curioso que cuando vine aquí, lo que me empujó a venir fue el trabajo. Pero cuando me vaya de aquí no será por el trabajo, será por las personas, aquellas personas tan maravillosas que tengo la suerte de haber conocido, ya sea en España o en Dublín, y ya no están aquí.

2 comentarios:

Vanesa dijo...

Hola Martita! Supongo que la despedida de Sergiete te afectará mucho, pero que sepas que todos seguimos por aquí, más cerca o más lejos, pero ya ves, leyéndote a menudo :) Un besito y mucho ánimo!

Anónimo dijo...

¿Eso es que vienes a España?

:-)

Edu